OPERACIÓN BIKINI


El verano se encuentra en su máximo apogeo. Comienza el mes de agosto, con él las deseadas vacaciones y con ellas, y a pesar de la crisis, el ritual de cada año de buscar un hueco en la costa donde poder "veranear" con eternos bronceados al sol, paellas y tintos de verano a la orilla del mar. Y todo para escapar de la rutina que durante el resto del año nos esclaviza y nos obliga a permanecer en un trabajo que generalmente odiamos, con unos compañeros con los que luego rivalizaremos en cuanto a vacaciones y con un estres vital que nos hace permanecer colgados del teléfono móvil o moviendonos desesperadamente a través de la "jungla de asfalto". Pero por fin llega el relax, la tranquilidad, el momento de cambiar radicalmente nuestros hábitos y disfrutar de la vida y, sobretodo, de la familia. Esa gran desconocida a la que durante el año vemos poco. Esa pareja, esos hijos que van creciendo. Y ahora vamos a estar con ellos todo un mes las 24 horas del día. Cabe decir que estadisticamente el verano es la época estrella en cuanto a separaciones y divorcios. Es curioso, cuando podemos disfrutar de lo que queremos, nos damos cuenta que ya no lo queremos. En fin, cosas de la convivencia.

No obstante hay otro punto referente al verano que tambien me gustaría tocar. Hace un par de meses que las machaconas voces de la sabiduria del mundo de la publicidad nos repiten a diario un sinfin de sugerencias para lucir esplendorosos cuerpazos en esas playas de la costa española. Es lo que han denominado "Operación Bikini". Dietas milagro, gimnasios en casa, aparatos reductores de grasas corporales, etc etc. Y todo para eliminar esas lorzas de grasa que a lo largo del año hemos ido acumulando en todo nuestro contorno, dándonos un aspecto abotijado, rechoncho y fofo. Y claro, llega el momento de acudir a la playa o a la piscina y vamos a hacer publico el secreto intimo de unos buenos michelines, cuidados con esmero a lo largo de muchos meses de vida sedentaria, copiosas comidas y pocos abdominales. Así que la sabia publicidad nos recuerda un año más que hemos sido malos, no nos hemos cuidado y que en las playas vamos a ser el hazmerreir del veraneo, y para ello nos hemos de poner las pilas y hacer en un par de meses lo que no hemos hecho en todo un año. Tomar todos los productos de sean light o bajos en calorias, hacer tablas suicidas en el gimnasio y seguir una alimentacion sana a base de verduras y carne a la plancha. Y todo para lucir cuerpazo en Benidorm. No nos engañemos, en dos meses no llegaremos a ser ni siquiera los primos feos de Brad Pitt y Angelina Jolie, así que cuidemonos durante todo el año, disfrutemos del verano y que la obsesion por el culto al cuerpo no nos quite ni un segundo de nuestras vidas.

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HASTA SIEMPRE...ANTONIO!