POLÍTICA Y POLÍTICOS

Este año tendremos dos importantes citas electorales y vista la situación en la que se encuentra el país tras una crisis brutal que se ha cebado en la ciudadanía más modesta, el voto de cada uno va a tener gran importancia. Además se cierne ante los comicios una gran incertidumbre con la crisis de los grandes partidos y la proliferación de nuevas formaciones que intentan aportar nuevas visiones y un aire más renovado al juego político. 
En unos días llegará la primera cita electoral: las elecciones municipales y autonómicas. Echando un vistazo a las listas electorales que presentan las diferentes formaciones con opciones a tener representación en Castellón, observo con sorpresa la inclusión de gente joven, con una media de edad que ronda los treinta años y eso está muy bien. Hay que abrir las puertas a la juventud que seguro (esperemos que sin heredar los clichés de sus mentores) sean capaces de tener una visión renovada de la política que se base, principalmente, en un objetivo fundamental: el trabajo por y para la ciudad de Castellón, lejos de medrar personalmente en su carrera política o buscando intereses partidistas que beneficien a unos pocos en lugar de a unos muchos.
Algunos nombres de estos jóvenes políticos que veo en las listas  los conozco y he de decir que les aprecio, tanto a ellos a nivel personal como a sus familias y estoy total y absolutamente convencido de su ilusión y sus ganas de trabajar por nuestra ciudad, desvivirse por sus convecinos y por sus proyectos, alcanzando todas esas ideas utópicas que todos hemos tenido alguna vez en nuestra juventud, pensando que somos capaces de cambiar el mundo. Seguro que ha sido un orgullo que el partido llame a su puerta (en el caso de unos) o que una mayoría les haya votado en unas primarias (en el caso de otros). No esta de más decir que el hecho de que te elijan para ser candidato o candidata a gobernar tu ciudad debería ser un aliciente motivador e ilusionante. Pero la política es muy perra y no negaré que he tenido la tentación de pensar que su juventud y su inexperiencia en estas lides les haga dúctiles a las decisiones de quienes ocupan un escalafón superior en cuanto a poder político y al final acaben cayendo en la desidia, en la desilusión y todas aquellas ganas por transformar la ciudad, se queden reducidas a un mero trabajo que se base en ver pasar los días sentados en un sillón, votando lo que te manden en plenos y comisiones, sonriendo para la foto y cobrando un sueldo a final de mes. Esa es la cara más agria de la política, descubrir que ésta no se mueve por ilusión y principios, sino que hay muchos más tejemanejes escondidos que acaban con las ilusiones de quienes se meten en esto de buena fe. De ellos, gane quien gane, espero personalidad y responsabilidad y si se sienten manejados, que obren en consecuencia, siempre en beneficio de su ciudad. 

A los políticos locales, sean del color que sean, yo les pido cuatro cosas:

1.- HUMILDAD.- Parece que es algo que se ha perdido en política. Pensar que se tiene la verdad absoluta de las cosas resulta patético. Por tanto yo quiero unos políticos dialogantes, que lleguen a acuerdos con el resto de fuerzas políticas más allá de sus egos personales o de partido, teniendo siempre en el horizonte el lograr lo mejor para la ciudad y su gente. Reuniones con la gente, tomar el pulso a la calle, hablar, dialogar, empatizar,...todo esto hace más humano y más realista al político que estar encerrado en su despacho o departiendo únicamente con quienes le son afines. Eso es lo fácil, rodearse de cortesanos...pero gobernar para todos exige también el contacto con quienes no piensan como nosotros. Eso es humildad.

2.- TRANSPARENCIA.- No quiero ladrones ni corruptos y todas las medidas que se tomen para evitar que se cuele alguno, serán bienvenidas.

3.- DEDICACIÓN Y RESPONSABILIDAD.- Yo soy de los que pienso que la política debería ser un sitio de paso y no una profesión. Estar 4 u 8 años trabajando duro, desvivirse por cumplir unos objetivos y luchar por la gente, por su bienestar y por lograr una ciudad mejor para todos y todas. Tras ese paso fugaz, regresar a nuestra anterior actividad profesional, sea cual fuere. En esto vemos infinidad de casos de gente bastante incapaz, sin oficio ni beneficio conocido, que han tenido responsabilidad de gobierno...y la seguirán teniendo. Muy triste. Pero esos años de dedicación, que fueran de verdadera dedicación. Tener responsabilidad de gobierno, en cualquiera de sus niveles, no debería tomarse tan a la ligera. Gestionar lo público, decidir si esto de gasta aquí o allá, pensar que unas decisiones (buenas o malas) tienen una repercusión en la gente debería causarle tal responsabilidad que le exigiera una mayor prudencia a la hora de tomar cualquier tipo de decisión, por nimia que pudiera parecer. En un mundo ideal, solo los más talentosos y preparados deberían acceder a dirigir lo público, pero como hemos ido viendo a lo largo de los años, y salvo contadas excepciones, la mediocridad se ha asentado en las instituciones y para compensar, éstas deben cargarse de asesores. Estos son cargos de confianza o de nombramiento digital que no se si servirán para asesorar pero si para colocar a los colegas a cuenta del herario público. Si la incapacidad es del político, debería ser el político quien corriera con los gastos de sus asesores. Sería lo justo. 

4.- SENTIDO COMÚN.- Con independencia de haber elaborado un programa electoral digno y realista, el sentido común debería guiar en todo momento al gobernante. El sentido común se logra aplicando políticas coherentes, medidas lógicas, vengan de donde vengan y las proponga quien las proponga. 

Estas próximas elecciones se prevén muy reñidas. Por eso hemos de meditar muy bien a quien damos nuestra confianza. Cada voto cuenta y por eso antes de ejercer nuestro derecho, debemos pensar mucho nuestra decisión. No deberíamos formar parte de los votos agradecidos o cautivos que solo sirven para que la influencia de los partidos se convierta en sectaria, donde se piensa poco y se obedece mucho. Pero aún así, si tras estos días de reflexión, logramos encontrar una propuesta que nos guste, votemosla. Ahora bien, esta decisión tan complicada y esa cesión de confianza que hemos delegado no debería salirle gratis al político. Debe hacernos más críticos. Debemos exigir a quien gobierne el cumplimiento de sus compromisos, la humildad, la transparencia, la dedicación, la responsabilidad y el sentido común que, como ya he dicho, debería tener un buen gobernante. Y en caso contrario, invitarles a irse.  
   

Comentarios

Entradas populares de este blog

PUNTO DE PARTIDA

FOTOS DE ALBACETE 2011

HASTA SIEMPRE...ANTONIO!