"VUELVA USTED MAÑANA...." REFLEXIONES SOBRE LOS FUNCIONARIOS


Cuantas veces en nuestra vida habremos escuchado esta expresión cuando hemos acudido a un centro oficial para realizar cualquier trámite. Por eso hoy quisiera reflexionar en torno al empleado público o funcionario público. En primer lugar diré que desconozco la normativa contenida en el Estatuto Básico del Empleado Público, que es por el que se rige el funcionariado, así como cualquier otra legislación al respecto. Voy a intentar reflexionar desde el sentido común, como intento hacer siempre, en base a mi experiencia personal y profesional. En primer lugar diré que opino que las personas más preparadas de nuestra sociedad deberian ser los funcionarios, puesto que van a ser los encargados de mover a la empresa más grande que existe. Van a poner en funcionamiento una ciudad, un ente público, etc. En segundo lugar, el funcionario deberia tener una indepencia politica y regirse única y exclusivamente por la ley, por su profesionalidad o por su sentido común. En tercer lugar, el funcionario deberia tener una dedicación total y absoluta a su trabajo, intentar superarse dia a dia, hacer mejor su labor de cara al ciudadano que es para quien trabaja. O sea abogo por una vocacionalidad del funcionario.

Quizás al leer estos tres puntos ustedes convengan conmigo en que son de una obviedad absoluta. Puntualizo. Lógicamente el funcionario ha de pasar por una dura prueba para acceder a su puesto. Complejas oposiciones en donde tendrá que conocer leyes como la Constitucion como norma madre y aquellas que repercutan directamente en sus funciones. Suelen ser exámenes complicados, con mucha materia y en donde también se valoran los méritos contenidos en su curriculum. Respecto a su independencia politica, es otra obviedad. El funcionario debería estar por encima de unas siglas politicas, puesto que, como es bien sabido la política es cíclica y donde hoy mandan unos, mañana es problable que manden otros, pero el funcionario con su oposicion ganada, se mantendrá en su puesto. Y finalmente, la dedicación. En general no son trabajos que supongan unos grandes sacrificios, los horarios son bastante asequibles, permitiendo tener bastante tiempo libre que dedicar a otras cosas. La vacaciones, son envidiables, incluyendo un numero determinado de dias libres que se pueden utilizar durante todo el año.

Asentadas las bases y explicadas convenientemente, permitanme que ahora les explique cual es el panorama actual del funcionario (Voy a generalizar y aunque ello suponga meter a todos en el mismo saco, seguro que habrá muchas personas que no se identifiquen con este tipo de empleados públicos). Muchos empleados son "enchufados" en sus puestos de trabajo, se les preparan oposiciones a su medida o, presuntamente, se les facilitan las preguntas del examen, en la mayoria de casos gracias a amiguismos personales o políticos, con quienes gobiernan o con aquellos funcionarios que ostentan un cierto poder. Ello provoca, por una parte, que haya gente tan preparada o más que se quede fuera (puesto que juega con una evidente desventaja), que deje de existir una independencia del funcionario: "yo te he colocado, me debes obediencia y respeto" y que siempre planee la duda entre aquellos que ganaron la oposicion libremente, sin trampas y se han ganado limpia y honradamente el puesto que ocupan. Lo de la vocacionalidad ya me parece una quimera, aunque me gustaria pensar que en cierto tipo de funcionarios como médicos o profesores, si existe. En el resto, pues victimas de una desmotivación, surgida de la propia gandulería, por observar la gandulería ajena o por el devenir del propio departamento, la vocacionalidad, en caso de que la hubiera habido alguna vez, se desvanece, y el funcionario adopta la siguiente postura: "voy a cobrar lo mismo haga cinco que haga diez...asi que haré tres". En algunos departamentos sobran funcionarios (con lo que el rendimiento medio cae en picado) y en otros faltan, con lo que el rendimiento ha de ser alto para que el departamento funcione. Toda una desproporción.

Ahora hablemos del trato al ciudadano. Cuantos funcionarios prepotentes hemos conocido, que gozan con que el ciudadano haga cientos de viajes pululando por un entramado de ventanillas o intentando hablar con alguien que nunca está y cuyo puesto nadie cubre. Una total falta de respeto.

Cual es el principal problema de todo esto. Que el funcionario, una vez ganada la plaza, es intocable, y ello le permite abusos de este tipo. Yo, en mi modestia, propondría que las plazas fuesen revisables. Es decir que en el expediente de cada empleado se valorara su dedicacion, trato, puntualidad,..y todas cuantas variables quisieran incluirse. Y cada 4 o 5 años, estos se revisaran siguiendo unos baremos básicos. En el peor de los casos, aquellos funcionarios que no cumplieran las expectativas, deberian volver a presentarse a su propia plaza, concursando con otros candidatos. En otros casos, multas económicas o sanciones diversas. Si, ya se lo que estan pensando, una maravillosa oportunidad de deshacerse de los "amigos" de los anteriores gobernantes. Tienen razón. Asi que habría que ver quien haria estas revisiones, con total independencia y quien iria evaluando al funcionario. ¿Otro funcionario?

En fin, supongo que es un tema complejo y ningún partido político se atreverá a meterle mano pues la clase funcionarial en este país, son muchisimos votos. Además, desmontar un sistema que rodea al gobernante de "amigos" fieles creo que esta lejos de cualquier programa electoral. Que pena.

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